PREPARAR EL CORAZON

preparar el corazon

Para nada alcanza el corazón, pero lo que es del corazón o perfora la conciencia, pero lo que viene de la vida conscience.-William Penn

En la mañana estaba más comprometido en la preparación de la cabeza que el corazón. Este ha sido frecuentemente mi error, y siempre he sentido el mal de ella, especialmente en la oración. Reforma entonces, oh Señor! Ampliar mi corazón y yo se preach.-Robert Murray McCheyne

Un sermón que tiene más cabeza infundido en él de corazón no tener casa con eficacia al Cecil hearers.-Richard

La oración, con sus múltiples fuerzas y con muchos matices, ayuda a la boca para pronunciar la verdad en su plenitud y libertad. El predicador es que se ore por el predicador se hace por la oración. La boca del predicador se oró por, su boca se abrió y ocupado por la oración. Una boca santa es hecha por la oración, por mucha oración, una boca valientes se hace oración, por mucha oración. La Iglesia y el mundo, Dios y el cielo, deben mucho a la boca de Pablo, la boca de Pablo debía su poder a la oración.

Cómo la oración del colector, sin límites, valiosa y útil es el predicador de muchas maneras, en tantos puntos, en todos los sentidos! Una gran valor es, ayuda a su corazón.

Orar hace el predicador un predicador corazón. La oración pone el corazón del predicador en el sermón del predicador, la oración pone el sermón del predicador en el corazón del predicador.

El corazón hace que el predicador. Hombres de gran corazón son grandes predicadores. Los hombres de corazones mal puede hacer una medida de la buena, pero esto es raro. El asalariado y el extranjero puede ayudar a las ovejas en algunos puntos, pero es el buen pastor con el corazón del buen pastor, quien bendecirá las ovejas y responder a la plenitud del lugar del pastor.

Hemos hecho hincapié en sermón de preparación hasta que hayamos perdido de vista lo importante que se prepare el corazón. Un corazón preparado es mucho mejor que un sermón preparado. Un corazón dispuesto a hacer un sermón preparado.

Se han escrito volúmenes que se establecen los mecanismos y el gusto de hacer sermones, hasta que hemos llegado a ser poseído por la idea de que este andamiaje es el edificio. El joven predicador se le ha enseñado a poner toda su fuerza en la forma, el gusto y la belleza de su sermón como un producto mecánico e intelectual. Tenemos lo que cultiva un gusto vicioso entre el pueblo y levantó el clamor por el talento en lugar de la gracia, la elocuencia en vez de piedad, retórica en lugar de la reputación de la revelación, y el brillo en lugar de la santidad. Por lo que hemos perdido la verdadera idea de la predicación, la pérdida de poder de la predicación, la pérdida de convicción de acre por el pecado, la pérdida de la rica experiencia y el carácter cristiano elevadas, pérdida de la autoridad sobre las conciencias y las vidas que siempre resulta de la predicación genuina.

No serviría de nada decir que los predicadores estudian demasiado. Algunos de ellos no estudian en todo, otros no estudian lo suficiente. Números no estudian la manera correcta de manifestarse obreros aprobados de Dios. Pero nuestra gran carencia en la cultura no es la cabeza, pero en la cultura del corazón, no la falta de conocimiento, sino es la falta de santidad, nuestra triste y decir defectos que no sabemos demasiado, pero que no meditar en Dios y su palabra y ver y ayunar y orar suficiente. El corazón es el gran obstáculo para nuestra predicación. Palabras embarazadas con la verdad divina hay en nuestro corazón no conductores, detenidos, caen despojado y sin poder.

¿Puede la ambición, que desea a la alabanza y el lugar, predicar el Evangelio de Aquel que se hizo de ninguna reputación y tuvo en él la forma de un siervo? ¿Puede el orgulloso, el vanidoso, el egoísta, predicar el evangelio del que fue manso y humilde? ¿Puede el mal genio, apasionado, egoísta, duro, mundana hombre predicar el sistema que está repleto de largo sufrimiento, la abnegación, la ternura, que imperativamente demanda de separación de la enemistad y crucifixión al mundo? ¿Puede el funcionario asalariado, sin corazón, superficial, predicar el evangelio que las demandas de los pastores para dar su vida por las ovejas? ¿Puede el hombre codicioso, que cuenta sueldo y el dinero, predicar el evangelio hasta que ha recogido su corazón y se puede decir en el espíritu de Cristo y de Pablo en las palabras de Wesley: "Cuento con que el estiércol y la escoria, lo pisotean bajo mis pies , yo (pero no yo, sino la gracia de Dios en mí) estima que al igual que el lodo de las calles, yo deseo no es, yo busco no es "la revelación de Dios no necesita la luz del genio humano, polaco y? la fuerza de la cultura humana, la brillantez del pensamiento humano, la fuerza de los cerebros humanos para adornar o hacer que se cumpla, pero que exige la sencillez, la docilidad, la humildad y la fe del corazón de un niño.

Fue esta rendición y subordinación de la inteligencia y el genio de las fuerzas divinas y espirituales que hizo Pablo sin par entre los apóstoles. Fue esto lo que dio a Wesley su poder y radicado sus labores en la historia de la humanidad. Esto dio a Loyola la fuerza para detener a las fuerzas en retirada del catolicismo.

Nuestra gran necesidad es el corazón de preparación. Lutero lo celebró como un axioma: "El que ha orado bien ha estudiado bien." No decimos que los hombres no van a pensar y usar su intelecto, pero que hará uso de su intelecto mejor que cultiva la mayoría de su corazón. No decimos que los predicadores no deben ser estudiantes, pero sí decimos que su estudio se debe tener mucho la Biblia, y estudia la Biblia mejor que ha mantenido su corazón con la diligencia. No decimos que el predicador no debe conocer a los hombres, pero él será el mayor experto en la naturaleza humana que ha sondeado las profundidades y complejidades de su propio corazón. Si el cliente quiere decir que mientras que el canal de la predicación es la mente, su fuente es el corazón, usted puede ampliar y profundizar el canal, pero si no tienes buen aspecto a la pureza y la profundidad de la fuente, tendrá un paño seco o contaminado canal. Decimos que casi cualquier hombre de inteligencia común tiene suficiente sentido común para predicar el evangelio, pero muy pocos tienen la gracia para hacerlo. Nos dicen que el que ha luchado con su propio corazón y la conquistó, que ha enseñado que la humildad, la fe, el amor, la verdad, la misericordia, la compasión, el coraje, que pueden verter los ricos tesoros del corazón por lo tanto capacitados, a través de una inteligencia varonil , todos los sobrecargados con el poder del Evangelio en las conciencias de sus oyentes-como una será la más verdadera, predicador de mayor éxito en la estima de su Señor.