lunes, 29 de julio de 2013

De que paz estamos hablando?

De que paz estamos hablando?

Dr. Guido Maisuls, Buenos Aires


La paz (derivada del latín pax, absentia belli) es definida como un estado de tranquilidad o quietud, una ausencia de disturbios, agitación o conflictos.
Para el Talmud: “La paz es para el mundo lo que la levadura para la masa”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó al primer ministro, Biniamín Netanyahu a retomar las conversaciones de paz con los palestinos y a continuar trabajando con el secretario de Estado, John Kerry, para reanudar las negociaciones tan pronto como sea posible.
En los últimos meses Kerry viajó en seis ocasiones a Oriente Medio con la misión de conseguir que israelíes y palestinos reanuden el proceso de paz que permanece interrumpido desde el 2010 y logró que la israelí, Tzipi Livni y el palestino, Saeb Erekat, viajen a Washington para mantener conversaciones preliminares por dicha negociación de paz.
Dice una popular canción israelí: Todos hablan de paz.... nadie habla de justicia….
Las condiciones necesarias e indispensables para conseguir una paz justa y duradera entre israelíes y palestinos son las siguientes:
Que la Autoridad Nacional Palestina reconozca a Israel como un Estado judío y democrático con pleno derecho a existir en su tierra ancestral.
Implementar por parte del liderazgo palestino todas las medidas pertinentes para combatir el terrorismo y el fundamentalismo.
Promover en sus territorios, la libertad y la igualdad de derechos a las mujeres, a las religiones no musulmanas, a los homosexuales y a todas las corrientes de opinión aunque sean minoritarias.
Aclarar que los límites del 67 o el armisticio del 49 no son fronteras internacional y mutuamente reconocidas.
Aceptar la absoluta e histórica soberanía israelí sobre la indivisible y eterna Jerusalén.
Reconocer la absoluta e histórica soberanía israelí sobre
todos los sagrados sitios bíblicos como la Tumba de los Patriarcas en Hebrón y la Tumba de Rajel situada entre la ciudad de Belén y Giló.
Resolver en forma justa y equitativa, el drama de los refugiados palestinos y de los refugiados judíos provenientes de los países árabes.
Establecer un Estado Palestino desmilitarizado y pacífico en todo el más absoluto sentido de su significado.
Dilucidar claramente quienes representan el liderazgo palestino, si es la administración de Abu Mazen, el liderazgo de Hamás o las más de cinco facciones de Al Fatah.
Respetar el Acuerdo de Oslo, firmado en 1995, que establece en el Párrafo 7 del Artículo 31, “Ninguna de las dos partes iniciará o dará un paso que cambie el status de la Ribera Occidental (Judea y Samaria) y la Franja de Gaza dependiendo del resultado de las negociaciones”.
Reconocer fronteras seguras para el Estado de Israel, renunciando a las líneas de armisticio de 1967 consideradas como las “fronteras de Auschwitz” para el pueblo israelí.
Desmantelar completamente el mini-Estado terrorista de Hamas en Gaza y la eliminación total de la permanente amenaza de los millares de sofisticados y letales cohetes provistos por Irán a la Hezbollah en la frontera norte con el Líbano.
Desmitificar la definición de un supuesto Estado palestino que no existió nunca, que aún no existe y que sólo puede establecerse mediante una negociación bilateral.
Martin Luther King, nos dijo en su Carta de Birmingham escrita en la prisión: “La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia.”
Usted que ama la paz y la justicia tan necesarias para una convivencia armoniosa entre los pueblos y entre los hombres: ¿Qué opina de esta paz que está demorando tanto en llegar?