jueves, 3 de marzo de 2011

UN GRAN JUBILEO SE APROXIMA.

Jubileo

Introducción.
      A. La palabra "jubileo" es una de las más significativas y hermosas palabras del Antiguo Testamento.
      B. El jubileo traía grandes bendiciones y alegría a miles en Israel.
      C. El jubileo era tipo o representación de las bendiciones que recibimos en el Mesias. Isa. 61:1-3; Luc. 4:16-18; 2 Cor. 6:2.
      D. Esta palabra significaba muchas cosas: libertad, restauración (restitución), reunión, reposo, y regocijo.

I. Libertad.
      A. Lev. 25:35-43, las trompetas que anunciaron el año del jubileo proclamaban libertad para mucha gente. Era una emancipación verdadera.
      B. Los libertados podían reunirse con sus familias.
      C. EL MESIAS nos hace libres, Juan 8:32; Rom. 6:13-18.
      D. Heb. 2:3 habla de una salvación "grande" porque es más grande que la emancipación de los israelitas de Egipto o de Babilonia, o en el año del jubileo. La salvación en JASHUA es es­piritual y eterna.
      E. El Espíritu Santo nos exhorta a no volver a la esclavitud del mundo, del hom­bre, de los vicios, etc. 1 Cor. 7:23; Gál. 5:1; Rom. 6:12.

II. Restauración. Lev. 27:24; 25:10, 13-17.
      A. La restauración de la gente a sus familias y la tierra a sus dueños originales preservaba los derechos de cada tribu y cada familia.
      B. Lo que perdemos a causa del pecado se restaura en JASHUA. Lo que re­cobramos en EL MESIAS vale mucho más que los bienes raíces recobrados por los israelitas.
      C. Se borra la imagen del pecado cuando obedecemos al evangelio y se restaura la imagen de JASHUA, 2 Cor. 3:18; Rom. 12:1, 2.

III. Reposo.
      A. ELOHIN prometió cuidar de su pueblo por tres años, Lev. 25:21.
      B. ELOHIN cuidó de su pueblo en el de­sierto, Deut. 8:3, 4. El hombre no vive por el pan solo, sino por las provisiones de Dios. Ecles. 9:11; 1 Sam. 17:47; Sal. 33:16, 17; Rom. 9:16; Mat. 6:24-34.
      C. La tierra pertenece a ELOHIN. Ex. 15:17; Isa. 14:2, 25; Jer. 2:5; Sal. 10:16.
      D. Por lo tanto, nos conviene reposar y esperar en ELOHIN.
      E. JASHUA nos da el verdadero reposo, Mat. 11:28-30; Heb. 4:9; Apoc. 14:13.

IV. El jubileo era tipo de las bendi­ciones del evangelio.
      A. "Buenas nuevas para los pobres", Luc. 4:18; Mat. 11:5.
          1. Los pobres eran menospreciados por los fariseos y escribas.
          2. Pero EL MESIAS dedicó mucho tiempo a ellos porque era su verdadero Amigo.
      B. "Sanar a los quebrantados de corazón". Hay muchos casos de esto a través del ministerio personal de Jesús.
      C. "A pregonar libertad a los cautivos".
          1. Literalmente, dio libertad a los endemoniados.
          2. Figuradamente, dio libertad a los cautivos espirituales. Jn. 8:31, 32; 2 Tim. 2:24, 25; Rom. 6:12-18. Dio conocimiento a los ignorantes y supersticiosos.
      D. "Vista a los ciegos". Juan 9, vista física; Jn. 9:41, vista espiritual.
      E. La dispensación de  EL MESIAS es "el año agradable del Señor", 2 Cor. 6:2.

Conclusión.
      A. Muchos israelitas ansiosamente an­ticipaban el año del jubileo, porque era el año de libertad personal, de restauración de su propiedad perdida, de la reunión con sus amados, y de reposo.
      B. El jubileo muy apropiadamente prefiguraba la obra de Jesucristo, porque al obedecerle esperamos "que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrige­rio" (Hech. 3:19).

miércoles, 2 de marzo de 2011

Promesa de un Reino Mesianico.

   Todo el mundo o  mejor dicho  casi todo el mundo   sabe quien es el MESIAS , sabemos que  es  el que  vio a morir  por nuestros  pecados y que  ha de  regresar pronto a  esta  tierra, para  gobernar en ella  desde  Jerusalen, bueno  hay  unos  pasajes en la biblia que  señalan este  acontecimiento, y  aqui estan.

Promesa de un Reino Mesianico.

Is. 11:12 - Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.



Is. 12:1-3 - En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. 2 He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.


Is. 12:5-6 - Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.


Is. 14:30 - Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán confiados; mas yo haré morir de hambre tu raíz, y destruiré lo que de ti quedar



Is. 19:23-25 - En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a Jehová. En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.



Is. 25:4 - Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro.

"Poniéndolo en Perspectiva"

Tzemach Logo
Poniéndolo en Perspectiva
 
Home | Artículos | Tzemach Noticias | "Poniéndolo en Perspectiva"

A pesar de las innumerables guerras, destrucción y devastación que confronta la humanidad, pareciera que la preocupación de la mayoría de las naciones es la pequeñísima nación de Israel. Sola una mirada a los titulares de los diarios y noticias mostrará la cantidad de problemas y zonas en conflicto en el orbe: "Ciudad Haitíana rodeada por rebeldes"; "Bomba al lado de carretera mata a dos soldados, entre ellos uno iraquí", "Swazilandia declarada zona de desastre nacional por sequía devastadora y propagación del SIDA"; "Rwanda pondrá en libertad responsables de genocidio"; "Reuniones de Emergencia por violencia en Tailandia"; "309 muertos confirmados en explosión de tren en Irán"; "Talibanes se reagrupan al Sur de Afganistán", "Tribus Yemenis amenazan guerra étnica en frontera Sauder". Con todo, es Israel quien está a la vanguardia de la preocupación mundial. Israel ha firmado muchos tratados y acuerdos a objeto de hacer las paces con sus vecinos. Sin embargo, al parecer no importa lo que Israel haga o ceda, siempre las naciones del mundo desearán más. Un aspecto es que, la mayoría de estas naciones, por lo general, no están situadas geográficamente ni siquiera cerca de Israel.
En un esfuerzo adicional por apaciguar a las naciones del mundo, Ariel Sharon, primer ministro de Israel, recientemente dio inicio un plan con el propósito de limpiar étnicamente la Franja de Gaza de cualquier presencia judía. La intención de Sharon es desarraigar y remover diecisiete comunidades judías de la Franja de Gaza, y a la fuerza, reubicar los 7.500 residentes de estas comunidades a otro sitio. Los países de la comunidad internacional en su mayoría piensan es una buena idea. Aun así, la reubicación de estos judíos en la zona de Judea o en Samaria (llamada también "Bancos Occidentales") no es permitido. Por eso ahora, nuevamente, el gobierno de Israel intenta hacer todo lo posible por apaciguar a las naciones, naciones casi todas, enemigas declaradas del Estado de Israel. Pero tampoco es suficiente.
En realidad, ¿cómo la expulsión de 7.500 judíos en Israel afecta a un planeta de casi seis mil millones de habitantes? Al final resulta únicamente un 0.000125 por ciento de toda la población del mundo. ¿Cómo lo anterior puede tener peso (aparte de las demás implicaciones) en la paz mundial? Para entender en su totalidad la magnitud de la propuesta de limpieza de Sharon, es necesario observarla comparativamente con otras zonas del mundo. Algunos cálculos matemáticos simples nos permitirán colocar las cosas en su propia perspectiva.
Primeramente, veamos a Inglaterra. La población de este país es de 59 millones de habitantes (todas las cifras de población dadas son aproximadas). Es decir, Inglaterra es diez veces más grande que Israel, cuya población solo es de 6 millones. Multipliquemos ahora el número de judíos a ser expulsados (7.500) por el tamaño proporcional que tiene Inglaterra (10) y tendremos un equivalente a 75.000 personas removidas de sus hogares en Inglaterra (7.500 x 10 = 75.000). Esto corresponde aproximadamente a 1,1 por ciento de la población de Londres (7 millones). Lo anterior quizás no parezca "tan grave", pero continuemos con las comparaciones.
Rusia (población actual: 144.500.000 habitantes) es veinticuatro veces el tamaño de Israel. Eso significa que la expulsión de 7.500 judíos en Israel sería igual a la expulsión de 180.000 ciudadanos en Rusia (7.500 x 24), es decir, aproximadamente 2,2% de la población que tiene ahora Moscú (8.500.000 habitantes). En la India (población de 1.100.000.000) sería equivalente a la expulsión de 1.372.500 indios, o lo que es lo mismo, la ciudad entera de Vadodara. En China (con una población de 1.300.000.000), el impacto sería el equivalente a expulsar 1.627.500 chinos, o a la ciudad entera de Dalian. Por último, en Siria (17.600.000) significaría la expulsión directa de 22.500 personas, o sea casi el número de personas asesinadas por el también presidente sirio Hafez durante el año 1972 en Hama, Siria.
El asunto se pone mucho más interesante cuando se compara la expulsión los 7.500 judíos de Israel con la población de los Estados Unidos, iniciador y activo patrocinante del plan de paz Mapa del Camino. Los Estados Unidos de América, con una población actual de 290.000.000 de habitantes, es cincuenta veces más grande que Israel. Eso significaría que la expulsión de 7.500 judíos en Israel sería igual a la expulsión de 375.000 norteamericanos de sus hogares. Significaría, en primer término, la completa remoción de ciudades como: Miami, FL; San Louis, MO; Wichita, KS; Arlington, TX; Anaheim, CA; Pittsburgh, PA; Cincinnati, OH; Toledo, OH; Tampa, FL y Búfalo, NY.
También significaría desalojar por entero las siguientes ciudades juntas: Dayton, OH y Ft. Lauderdale, FL; Kansas City, KS y Chattanooga, TN; Green Bay, WI, Ann Arbor, MI, y South Bend, IN.
Más ampliamente el impacto que tendría este evento dentro de los Estados Unidos, la expulsión de 7.500 judíos en Israel es igual a la evacuación poblacional total de las siguientes ciudades norteamericanas combinadas: Sarasota, FL, Greenville, NC, Daytona Beach, FL, Scranton, PA, y Charleston, SC.
¿Están los Estados Unidos, o cualquier otro país, preparado para desalojar o remover centenares de miles (incluso millones) de ciudadanos de su propia población sólo para apaciguar el ánimo de sus enemigos? ¿Prestaría alguna atención el presidente norteamericano a las demandas hechas por la red terrorista Al Qaeda de remover a todos los habitantes de la ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania o de Miami, Florida? ¿Habría respondido el presidente en forma positiva a las demandas de Saddam Hussein de evacuar la ciudad de Búfalo, estado de Nueva York? Por supuesto no. Y con muchísima razón. Los habitantes de estos sitios son ciudadanos de los Estados Unidos y tienen el derecho a la protección de su propio gobierno esperando vivir en paz y seguridad dentro de su propia tierra. Entonces, ¿porqué no Israel?
[ Publicado: 16 Marzo 2004 ]





martes, 1 de marzo de 2011

CHISME.

                                      CHISME.

   Dicen que  en  el  Verano  cual quier  cosa  puede   causar un  gran incendio si la  pradera   está  seca y  los   daños  pueden ser  enormes,  así  pasa  con las  personas, que con  solo falsear un acontecimiento  puede generar  dentro de una  congregación mucho daño. La biblia  dice algo en el  libro de  proverbios al respecto.
Proverbios 11.12-14, “12El que carece de entendimiento, menosprecia á su prójimo:
Mas el hombre prudente calla.
13El que anda en chismes, descubre el secreto:
Mas el de espíritu fiel encubre la cosa.
14Cuando faltaren las industrias, caerá el pueblo:
Mas en la multitud de consejeros hay salud.
   Proverbio 10,17-21. “17Camino á la vida es guardar la corrección:
Mas el que deja la reprensión, yerra.
18El que encubre el odio es de labios mentirosos;
Y el que echa mala fama es necio.
19En las muchas palabras no falta pecado:
Mas el que refrena sus labios es prudente.
20Plata escogida es la lengua del justo:
Mas el entendimiento de los impíos es como nada.
21Los labios del justo apacientan á muchos:
Mas los necios por falta de entendimiento mueren.
   Proverbio 26,20-22. “20Sin leña se apaga el fuego:
Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.
21El carbón para brasas, y la leña para el fuego:
Y el hombre rencilloso para encender contienda.
22Las palabras del chismoso parecen blandas;
Mas ellas entran hasta lo secreto del vientre.
   Ahora que UD ha  leído algunos de estos  proverbios, tome  la decisión de   domar a la  indomable lengua  que  el Señor  le  dio.

lunes, 28 de febrero de 2011

Un poco de historia y actualidad en contra de falacias anti sionistas

   Este  articulo me  parece muy actual por las circustancias que  se esta viviendo en el Oriente Medio.

Un poco de historia y actualidad en contra de falacias anti sionistas
Autor: Ezequiel Eiben
Entre las acusaciones que buscan quitar legitimidad al Estado de Israel y borrar el vínculo histórico existente entre los judíos y su tierra, Eretz Israel, está la demonización de la empresa sionista, ver a los judíos sionistas como invasores, modernos y malignos colonizadores que llegaron a Palestina y expulsaron al pueblo palestino.
Tantas falacias contenidas en un solo argumento resultan desesperantes e irritantes, y es deber de quien se molesta en conocer la historia contrarrestar el peso de semejante ignorancia.
Al tiempo de comenzar el sionismo como movimiento de liberación nacional del pueblo judío, y llegado ya el año de creación del Estado de Israel en 1948, no existía un pueblo palestino. Palestina no estaba inmensamente habitada, y los que allí residían en desparramadas comunidades no tenían una unión como pueblo ni conciencia nacional. Eran árabes cuyo idioma y cultura no se diferenciaban del de los demás árabes de otros países. No constituían una unidad nacional con un elaborado sistema legal propio, ni desarrolladas instituciones que hicieran a una soberanía sobre el territorio. Nunca había existido un Estado palestino, ni se pueden encontrar intenciones de establecerlo antes de que se levantara el Estado judío.
Incluso el Plan de Partición de Palestina en la Resolución 181 de la ONU de 1947 recomienda dividir el territorio en un Estado árabe y un Estado judío. La Resolución no menciona un Estado palestino, puesto que no existía la noción de un pueblo palestino. Es más, la noción Palestina en los mapas del mundo y más específicamente de la región de Medio Oriente, fue introducida gracias a los judíos, que negociaban con los británicos en 1918 para que éstos establecieran una unidad territorial independiente, sobre la cual los sionistas levantarían el tan ansiado Hogar Nacional para el Pueblo Judío.
Ni los árabes de Palestina tenían conciencia de sí mismos como pueblo. Hasta eran considerados por los demás árabes y por muchos entre ellos mismos, como una provincia de Siria. Bien se expresa sobre el particular tema Julián Schvindlerman en su libro ““Tierras por paz, tierras por guerra””: ““Al contrario de los judíos, que establecieron reinados en el bíblico Eretz Israel, nunca en la historia de la humanidad hubo un Estado palestino independiente gobernado por musulmanes en la región hoy comúnmente referida como Palestina… Nunca antes del advenimiento del sionismo hubo un interés árabe, ni siquiera moderado, por Palestina”.
La falta de una autodeterminación de los árabes que residían en Palestina, como salta a simple vista, es histórica y por falta de iniciativa propia o sometimiento de los demás países árabes luego, y no culpa del sionismo que llegó para establecer un Estado judío en la parte del territorio que le correspondía pidiendo por la convivencia pacífica con los vecinos árabes.
Es recién en 1967, año de la desastrosa derrota de las naciones árabes en la Guerra de los Seis Días desatada contra Israel, que los palestinos comienzan a verse a sí mismos como palestinos, y a tener una noción propia como pueblo. Una prueba que afianza el recién allí creado auto reconocimiento como una entidad con identidad propia palestina, es que en 1964, y no antes, se crea la OLP, la Organización para la Liberación de Palestina. Y encima es nacida en Egipto como un instrumento títere para la consecución de los designios de Nasser, quien era el presidente en El Cairo por aquella época.
Luego de analizar el surgimiento del pueblo palestino en 1967, y no antes, destruimos parte de la argumentación anti israelí acerca de la expulsión de un pueblo. Ahora es necesario hacer hincapié en el hecho de que el sionismo no es responsable de la expulsión de las comunidades árabes que residían en Palestina. El terrorismo árabe y las campañas bélicas contra objetivos judíos en Israel se hicieron una constante antes y a partir de la creación del Estado judío. El no reconocimiento de las naciones árabes al derecho de auto determinación del pueblo judío en un Estado propio, fue materializado en una guerra de exterminio contra Israel en la que participaron Egipto, Siria, Jordania, el Líbano, Arabia Saudita e Irak, enviando también Yemen combatientes anti israelíes. Los propios líderes árabes insistieron a los habitantes árabes de Palestina para que abandonaran sus hogares y no se interpusieran en lo que sería la inexorable marcha a una aplastante victoria que terminaría cumpliendo el objetivo final de “arrojar a todos los judíos al mar”.
Son los líderes árabes los que generaron y perpetuaron el problema de los refugiados. Si bien es cierto que habitantes árabes fueron desplazados por fuerzas judías, esto debe entenderse que fue en el marco de una guerra no librada por los judíos, sino por los árabes, con intenciones genocidas, y los acontecimientos se dieron en el fragor de las batallas, decisiones durante combates, y no como política premeditada de los judíos antes de la guerra. Si los judíos no se defendían, no serían desplazados, sino más bien aniquilados en su totalidad.
Se podrá también escuchar por ahí que el sionismo es el quebrantador de la paz en Palestina mientras que el Islam que gobernaba Medio Oriente era muestra de tolerancia y respeto para las minorías existentes. Ni lo uno ni lo otro.
Schvindlerman cita al propio Karl Marx, que no era nada apegado al judaísmo a pesar de su ascendencia judía, quien describe la vida de los judíos bajo dominio de los árabes en Palestina como una vida de perros. El sionismo, por su parte, trajo el innegable progreso del trabajo y la tecnología, y en conjunto con la creación del Estado una sincera propuesta de convivencia pacífica con los vecinos árabes. Israel ofrecía igualdad de derechos para todos sus habitantes.
El liderazgo árabe de la época, lo único que ofrecía a los judíos era muerte y destrucción. Basta solo recordar las acciones y discursos del Mufti de Jerusalén Husseini, quien prometía una guerra de exterminio, creyéndose responsable de terminar la tarea que Hitler había comenzado. No es necesario entrar aquí en el detalle de todas las guerras que Israel debió soportar desde su nacimiento; lo que sí no hay que cansarse de resaltar es que Israel es el agredido y no el agresor.
Los judíos, claro está, no son los que impusieron los combates, sino la ciega ambición de aniquilación que dominaba la mentalidad árabe.
Un caso de especial injusticia es hacerlo a Israel responsable de la Guerra de los Seis Días, una de las barbaridades que me ha tocado escuchar en ese discurso anti israelí como sea. Israel bombardeó los aviones de Egipto en su base, es verdad, pero tras rigurosos informes e inconfundibles señales que apuntaban a un ataque egipcio. Y mientras, Jordania y Siria atacaban desde otros frentes.
Para comprender mejor el contexto del conflicto y la
situación previa que coloreaba el inminente estallido del combate, cabe aquí citar las palabras de Alan Futerman: “Y las tropas sobre el Sinaí de Egipto, la retórica asesina de Nasser, la expulsión de las tropas de la ONU, las bases sirias atacando en el Golán, etc. ¿Qué sería eso, gestos de paz? ”Y lo último que veremos aquí, es el tema “central”, para muchos, de los asentamientos israelíes en los territorios en disputa. Esto está tan mal enfocado, con un anti judaísmo galopante, que opiniones de las más desagradables y desacertadas se aprecian en círculos de los cuales uno podría esperar un razonamiento un poco más elaborado, mas que la judeofobia obstaculiza impidiendo pensamientos de mayor elaboración.
Incluso muchos judíos e israelíes han caído bajo paradigmas engañosos de la opinión islámica y europea, y se muestran en contra de la construcción de asentamientos con justificativos que demuestran incomprensión del real alcance del asunto.
Con el freno a la construcción de asentamientos no se detendrá el terrorismo. Terrorismo había antes de que existiese un solo asentamiento, y continuará por más que se congelen. Ahora bien; ante ese sucio argumento de que “Israel sufre terrorismo porque construye asentamientos, invadiendo territorios, y si frenara y desmantelara los mismos se acabaría el conflicto” que ya ha sido descalificado fácilmente al demostrar que incluso antes de construcciones los árabes ya atacaban, cabe preguntarse: ¿qué clase de moral retorcida puede equiparar asentamientos con terrorismo? ¿Qué especie de cinismo, con tintes altamente judeofóbicos, puede poner en la misma balanza el terrorismo palestino demoledor y destructor, con la construcción de asentamientos que se encuentran como mucho entre un 3% y 5% de territorios en disputa?
Y hay judíos que han caído dentro de este razonamiento malvado y rechazan a los asentamientos por creerlos un justificativo del terrorismo palestino. Vemos hasta qué punto una moral altruista asume un durísimo sufrimiento, en detrimento de intereses propios o de su propio país, justificando accionares violentos e incongruentes de la parte de enfrente.
Este síndrome es sufrido por parte de la izquierda israelí actual. De aquí que tiene que quedar bien en claro que Israel no tiene por qué soportar terrorismo, y debe ejercer su derecho a la autodefensa contra los enemigos que lo acechan.
El mensaje es claro: no hay terrorismo para desmantelar asentamientos, hay terrorismo para hacer desaparecer al Estado judío. No hay que minimizar las intenciones terroristas ni el alcance del problema.
El Estado palestino se creará algún día, pero esto no quiere decir que los asentamientos israelíes deban desaparecer. Por el contrario, Israel debe pelear por mantener el control de los mismos y en un futuro acuerdo seguir con la soberanía sobre ellos. Desmantelar asentamientos a causa de un pedido palestino por medio del terror, es darles un premio a los enemigos de Israel, alentándolos a seguir con la violencia, porque se demuestra que por esos medios pueden conseguir sus objetivos. Israel no debe dar la imagen de la debilidad realizando concesiones cuando se lo agrede violentamente. La política de asentamientos no debe frenarse por chantajes terroristas. Esta postura es defendida por seguidores de Jabotinsky, el pensador sionista que mejor entendió el problema con los árabes antes de la creación del Estado de Israel. En “La muralla de hierro”, texto publicado en 1923, Jabotinsky escribió: ““Mientras exista una mínima esperanza de que puedan expulsarnos, no negociarán esas esperanzas””. Israel sabe que no debe darles a sus enemigos esperanzas de que puedan exterminarlo, por lo tanto no sería sensato ceder y traducir en concesiones por presiones terroristas dichos anhelos de limpieza étnica de los terroristas.
Los que piden el desmantelamiento de los asentamientos y el traslado de su gente, ¿sugieren que el Estado palestino debería ser judenrein? ¿Qué opinarían al respecto si por el contrario, cuando el Estado palestino fuese creado, las autoridades israelíes decidieran deportar a todos los árabes israelíes fuera de Israel?
Seguramente con la velocidad de la luz se levantarían de sus sillas para gritar al unísono ““¡Racistas!”. Y además, de paso, lo llamarían racista a Lieberman cuando su plan de intercambio de territorios justamente propone que los asentamientos judíos en Judea y Samaria queden bajo soberanía israelí, y los pobladores de Wadi Ara bajo soberanía de la Autoridad Palestina. Si lo llaman racista, entonces que no sea por este plan.
Cuando estos fuertes críticos sean superados en el tema asentamientos con respecto al racismo, discutirán por la ilegalidad. ““Los asentamientos son ilegales””, exclamarán con la furia de una tormenta. Vale preguntarles en este momento, bajo qué ley son ilegales. La IV Convención de Ginebra, que es el documento al que se alude, se refiere a territorios total o parcialmente ocupados de otro estado. En Palestina no había otro Estado. Estuvo el Mandato Británico antes de 1948, y las ocupaciones ilegales de Jordania y Egipto previas a la Guerra de los Seis Días. Israel se apoderó de los territorios en una guerra de autodefensa; territorios que no pertenecían a otro Estado. Así que la Convención es inaplicable en este tema. Y por si llegaran a recurrir a los Acuerdos de Oslo para intentar descalificar a los asentamientos, sólo hay que contestar que los Acuerdos no contenían ninguna previsión sobre los asentamientos, y que éstos serían tratados en el status final, por lo que según la letra de los mismos no se consideraban ilegales y la soberanía israelí sobre los asentamientos se mantenía. De yapa se puede agregar que las negociaciones de paz se derrumbaron con la negativa de Arafat a la propuesta de Barak en Camp David en el año 2000 y el lanzamiento de la violenta intifada palestina contra Israel. Los mismos palestinos no respetaron y quebraron Oslo.
A esta gente contraria a los asentamientos sólo le faltaría plantear que Israel debe salir de Judea y Samaria así nomás y abandonar a sus ciudadanos asentadores para que los maten porque piensan distinto a ellos, dejarlos a merced del terrorismo, y más aún, premiar al terrorismo por su violencia para la consecución de objetivos políticos cediendo ante su presión y realizando concesiones. Desde la legalidad y la moralidad, la postura no puede sostenerse.
El anti judaísmo preponderante en las políticas e imperante en los discursos de los enemigos anti israelíes o en los críticos injustificados, y que lamentablemente ha absorbido a algunos propios judíos, no debe distorsionar la imagen verdadera que tiene el Estado de Israel, que goza del status de un país legítimo, y sus posturas a la hora de defender su obrar político son las más acertadas, respecto de aquellas opiniones malintencionadas que sólo buscan menoscabar sus auténticos derechos. Atención contra las falacias anti sionistas que buscan dar vuelta la historia.
El sionismo no es promotor de un racismo invasor; Israel no es el agresor en esta contienda. Sus enemigos sí lo son