sábado, 7 de abril de 2012

El judío como objetivo


El terror islámico carece de fronteras
El judío como objetivo
Autor: Dr Natalio Daitch, Buenos Aires

Resulta penoso pero es real, y el tema es que ejemplos no faltan. Para aquellos que han cuestionado desde Israel que el terrorismo solo concierne al Estado Judío, pareciera que la respuesta de los terroristas islamitas asesinos les juega en contra. Y si pudiéramos trazar una línea imaginaria que una los atentados al Beit Jabad de Mumbai (India) en noviembre de 2008, con la carnicería perpetrada contra los miembros de la familia Fogel en el asiento de Itamar en Israel, hasta llegar a la nueva matanza perpetrada por el loco aunque no se sabe aún si en verdad es un "lobo solitario", el asesino salafista Mohamed Mera en una escuela judía de Toulouse al sur de Francia, podremos entonces comprender mejor que el blanco de estos árabes-islamitas es todo lo que sea judío dentro de las fronteras del Estado judío hasta aquellos objetivos o blancos que se les presentan en cualquier punto de las diásporas donde puedan ubicar hebreos para matar o exterminar.
Islamo-nazismo
Cuando uno repasa la política de exterminio nazi para con los judíos europeos no puede dejar de reseñar que los teutones no hacían diferencias entre judíos laicos o religiosos, ortodoxos o asimilados, ateos o alejados de la comunidad. Y aún más judíos completos o medios-judíos. Hasta la tercera generación fueron estudiados con lupa, a los fines de separar a los judíos del resto de la sociedad, y poder encerrarlos en vagones hacinados, o recluidos en guetos con la idea de que se pelearan y se comieran unos con los otros. La última estación eran las deportaciones masivas a los campos de exterminio, que terminaron convirtiendo a toda Europa en un enorme cementerio de judíos a lo largo y a lo ancho de todo el viejo continente.
En la actualidad la semejanza en el accionar de los grupos terroristas palestinos no sorprende, por un lado y en su guerra mediática han logrado tanto en Israel como en todo el mundo introducir la famosa cuña entre colonos que según ellos habitan los territorios ocupados, versus los israelíes supuestamente habitan Israel detrás de la denominada línea verde, pero mas allá del discurso y de palabras mentirosas a la hora de poner una bomba o de asesinar solo buscan judíos a ambos lados de la frontera que existía previa a la guerra de los seis días.

¿Guerra de civilizaciones?
Muchos grupos islamitas y árabes en general, argumentan que ellos tienen sus razones para matar judíos y no judíos con la excusa del sufrimiento supuesto o real del pueblo palestino. Para muchos otros y para el que esto escribe, esta afirmación es falsa y el problema judío con los árabes palestinos no es la causa sino la excusa que necesitan o imponen muchos grupos islamitas violentos a los fines de poder actuar con violencia verbal y física y luchar por instaurar lo que muchos de ellos denominan "el gran califato mundial".
El punto no parece nada descabellado pensando la enorme crisis moral y económica que afecta a Occidente. Los árabes se dan cuenta que en esta parte del globo son aceptados e ingresan pero no se adaptan a la sociedad occidental y por el contrario continúan con su predica de odio y de incitación a la jihad o guerra santa en sermones
que se pueden escuchar desde muchas de sus mezquitas.
Nuevamente el parecido, si recordamos que los nazis accedieron al poder por una vía democrática para luego suprimirla y lo que en el presente sucede con los islamistas violentos que viven en occidente donde son acogidos pero lejos de brindar agradecimiento alientan el odio y el resentimiento. Se quejan de lo poco que reciben pero no dicen que es lo que ellos están dispuestos a aportar de positivo a este occidente donde reitero ellos viven y se desarrollan y por el otro lado dicen o sienten detestar.
La queja permanente, y morder la mano que les da de comer es lo que se vive y lo que una gran parte de ellos muestra.

La bomba humana
Arafat amenazaba a Israel con la "bomba humana", la demografía o la alta natalidad y la gran cantidad de población árabe. Hoy por hoy en Europa se habla de Enrabia (una Europa islamizada) y en Estados Unidos, para dar un ejemplo, las universidades están plagadas de distinguidos profesores árabes que vomitan en cada clase odio contra el propio gobierno norteamericano y contra el Estado de Israel
Tenemos el enemigo adentro, metido en forma visceral y nadie, sean personas o gobiernos, sabe exactamente como tratar con estos grupos o comunidades árabes y como lidiar con su creciente belicosidad todo-terreno.
Si echamos un vistazo, todo el globo está lleno de Muyahidines o combatientes del Islam, tenemos el reciente caso del cobarde asesino de Tolouse que, lamentablemente, no es el primero ni será el último de los ejemplos. Hoy puedo leer nuevamente al líder de los palestinos desde la prisión, el renombrado Barghouti, que llama a una nueva revuelta (intifada) contra Israel.

La experiencia doméstica
En argentina sufrimos dos terribles atentados con sello islamista. En el año 1992 contra la Embajada de Israel, y en el año 1994 contra la sede de la AMIA.
Para no dejar de sufrir tenemos a grupos de choque como Quebracho o D'Elia que apoyan a Irán, y con capuchas y palos defienden la representación iraní. Los dos atentados mencionados dejaron más de un centenar de muertos y cientos de heridos.
En este complejo contexto mundial el conflicto árabe-israelí aparece en el centro de la escena, pero muchos pensamos que no todo ni mucho menos el terror islamita se resolvería con un acuerdo del conflicto que por otra parte para Israel equivaldría a un suicidio nacional.
Occidente e Israel con todos sus defectos y contradicciones y fricciones enfrentan el desafío de rescatarse a sí mismos antes que sea tarde, pues esta primavera árabe puede concluir como muchas veces sucede con un remedio que sea peor que la propia enfermedad.
El mundo árabe-musulmán salvo algunas excepciones y de lograr imponerse en todo el mundo nos retrotraería a una oscura edad media o a una época cavernaria y de violencia sin límites.
Nos llevaría a un nuevo Holocausto en versión renovada del siglo XXI.
Occidente e Israel deben tomar el desafío de poder depurarse a sí mismos para volver a tomar la delantera y volver a ser el modelo de vida y de sociedad digna que representan y es la única donde la libertad y la democracia (aun con todos sus defectos), deja el espacio para que todo ser humano no importa su origen o procedencia pueda desarrollarse él y su familia y su comunidad y el país entero sin miedo a padecer ese terror islamita sin fronteras.

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